En las lejanas tierras de Dragon’s Nest, al sur de Asu, crecen, nacen y se crían los orgullosos Draconian, quienes son los más confiables e intrépidos guerreros de todo el continente.
El verde césped que crece en los prados, y los coloridos árboles dan al lugar a una atmósfera que contrasta perfectamente con los gritos de guerra y furia de estos intrépidos seres. Sus entrenamientos son diarios y rutinarios, luchan entre sí para probar quién es el más fuerte y así alistarse para la batalla contra el enemigo.
Rodeando su ciudad se levantan muros de piedra, muchos de ellos forjados con la forma de un dragón, en los cuales, según cuenta la leyenda, descansan los espíritus de sus ancestros.
Cuando las cruentas guerras azotaron Samsara, la crisis se esparció por todo el continente dañando gravemente a la hermosa ciudad de Dragon’s Nest. Los guerreros de la Tribu Dragón al verse amenazados hicieron lo que mejor sabían hacer, tomaron sus espadas y lucharon contra los Eight Trigrams, en una larga y letal batalla.
Sunsung, quién comandaba las hordas del ejército de los Draconians, tenía como objetivo repeler a las tropas que trataban de invadir las tierras de su pueblo. Tras una larga y cruel batalla, que duro mucho más de lo esperado y dejó solo destrucción a su paso, la tribu de dragones logró defender su lugar de origen, pero se pagó un precio muy caro por esta victoria.
La ira y la culpa por la pérdida de seres queridos y compañeros de guerra invadían al comandante, por lo que terminó siendo poseído por la energía de los Eight Trigrams, quienes se alimentan de las frustraciones de los seres vivientes.
Los habitantes de Dragon’s Nest esperan el regreso del aprendíz legendario quién ayudará a salvar su ciudad.
El verde césped que crece en los prados, y los coloridos árboles dan al lugar a una atmósfera que contrasta perfectamente con los gritos de guerra y furia de estos intrépidos seres. Sus entrenamientos son diarios y rutinarios, luchan entre sí para probar quién es el más fuerte y así alistarse para la batalla contra el enemigo.
Rodeando su ciudad se levantan muros de piedra, muchos de ellos forjados con la forma de un dragón, en los cuales, según cuenta la leyenda, descansan los espíritus de sus ancestros.
Cuando las cruentas guerras azotaron Samsara, la crisis se esparció por todo el continente dañando gravemente a la hermosa ciudad de Dragon’s Nest. Los guerreros de la Tribu Dragón al verse amenazados hicieron lo que mejor sabían hacer, tomaron sus espadas y lucharon contra los Eight Trigrams, en una larga y letal batalla.
Sunsung, quién comandaba las hordas del ejército de los Draconians, tenía como objetivo repeler a las tropas que trataban de invadir las tierras de su pueblo. Tras una larga y cruel batalla, que duro mucho más de lo esperado y dejó solo destrucción a su paso, la tribu de dragones logró defender su lugar de origen, pero se pagó un precio muy caro por esta victoria.
La ira y la culpa por la pérdida de seres queridos y compañeros de guerra invadían al comandante, por lo que terminó siendo poseído por la energía de los Eight Trigrams, quienes se alimentan de las frustraciones de los seres vivientes.
Los habitantes de Dragon’s Nest esperan el regreso del aprendíz legendario quién ayudará a salvar su ciudad.
